Cuenta la leyenda que el origen de estas bellas lagunas es en el tiempo de los incas, cuando expandían su territorio y sus dominios por el callejón de Huaylas. El jefe de estas tierras acordó conversar con el joven gobernante Huascar para que no conquisten sus tierras y sean sometidos. Huascar aceptó las propuestas del jefe, entonces el máximo jefe mandó a que le dieran a Huascar la mejor habitación, comida y vestimenta. Fue en esta estadía cuando el joven gobernante conoció a la hija del máximo jefe llamada Huandy. Huascar quedo completamente enamorado al igual que Huandy, entonces decidieron escapar para vivir juntos su amor, fue cuando el padre de Huandy enterado de esta traición mando capturar a los enamorados, los atrapó, los humilló y luego los ató a palos colocados en lugares estratégicos desde donde uno podía ver al otro sufrir hasta la muerte. Viendo su muerte poco a poco empezaron a llorar hasta que las lágrimas de Huandy formaron la laguna Chinancocha y las lágrimas de Huascar formaron la laguna de Orconcocha, así con el paso del tiempo los cadáveres fueron cubiertos por la nieve formando así el nevado Huascarán y Huandoy.